MARTE – LA NATURALEZA DE LA EVOLUCIÓN PERSONAL: LA INTERFACE DE MARTE Y PLUTÓN.

Este artículo es la transcripción de una conferencia de Jeffrey Wolf Green en Seattle, Washington, en 1988.

La conferencia de esta mañana se titula La Naturaleza de la Evolución Personal, y probablemente es un tema difícil de tratar tan temprano esta mañana. ¡No sé si pueda vérmelas con esto! Este tema es en realidad una parte extraída del material sobre Plutón (Pluto: The Evolutionary Journey of the Soul, publicado en castellano como Plutón: La Trayectoria Evolutiva del Alma), y lo haremos bastante específico al planeta Marte.

Lo primero que debemos considerar es el fenómeno de la evolución en sí mismo. Pienso que la mayoría estaremos de acuerdo en que, mediante observación empírica, podemos observar que la vida parece evolucionar. Todas las formas en la naturaleza evolucionan, incluso la especie humana. ¿No es cierto que todos, como experiencia de vida, nos encontramos en un continuo estado de devenir? ¿No es una experiencia que todos compartimos? Esto parece darnos la inferencia indiscutible del fenómeno de la evolución. Si examinamos la naturaleza de la evolución encontraremos de hecho que existen dos tipos de evolución. Está la noción darwiniana de uniformidad, ie. cambio lento pero progresivo que no implica cataclismos por sí mismo; es lento pero progresivo. La teoría de la evolución, basada en la observación, se manifestó en los años del 1800, en los que existió una serie de súper conjunciones en Piscis.

Luego, hay otro tipo de evolución que es cataclísmica. Esto se observa y se experimenta como terremotos, volcanes, cataclismos políticos, e individualmente como shocks emocionales asociados con pérdida, traición, etc. Un ejemplo rápido podría ser el del ex-presidente Nixon en EEUU. y escándalo Watergate, que llevó al desafuero y finalmente a la renuncia de Nixon como presidente. Estos son tipos de cataclismos. Así que la pregunta se convierte en ésta: ¿cuál es el factor causal de un evento cataclísmico? ¿Por qué tendría que producirse? ¿Por qué no tener sólo evolución no-cataclísmica?

La clara respuesta es que la evolución cataclísmica tiene dos factores causales. Una causa es la resistencia al cambio necesario. Ahora ¿por qué se resistiría uno al cambio necesario? La razón es que, a veces, cuando los cambios son necesarios, intrínsecamente amenazan nuestro estado de seguridad. La esencia de la seguridad en la mayoría de las personas se basa en la necesidad de auto-consistencia. Así que cuando nuestra auto-consistencia se ve desafiada tendemos a resistirnos. La esencia de la auto-consistencia es la familiaridad: lo ya conocido. Lo que resulta familiar y conocido es el pasado y el pasado continúa dando forma y definiendo nuestro presente, en comparación con el futuro aún desconocido, aún cuando el futuro intenta también definir nuestro presente. Cada vez que lo desconocido desafía lo conocido se produce un estado de stress dinámico, porque en la mayoría de nosotros lo desconocido produce una verdadera sensación de inseguridad. Como resultado, tendemos a resistirnos a las fuerzas evolutivas que reflejan el futuro, porque la mayoría de nosotros no queremos sentirnos inseguros. Ahora, el punto es que, si es necesario que el factor evolutivo actué en nuestra vida, entonces se producirá un evento cataclísmico a fin de forzar el cambio. La naturaleza y la intensidad del cataclismo estarán en proporción directa con el grado de resistencia al cambio necesario.

La otra causa de los eventos cataclísmicos es el karma. Los requerimientos kármicos. Intentemos recordar que existen todo tipo de karmas. La mayoría, en este tipo de cultura, tiende a pensar que el karma es únicamente algo inherentemente negativo, que el karma de algún modo es siempre negativo, no una cosa positiva. Pero el hecho es que existe todo tipo de karmas. Por ejemplo, existe el karma de la desilusión. El punto aquí es que si han estado viviendo un cierto período de años de sus vidas y si han creado una realidad que creían verdadera, y sin embargo se basa realmente en sus propias ilusiones, en algún punto, a fin de crecer, tendrán que experimentar eventos asociados a la desilusión. Y este es un requerimiento evolutivo/kármico a fin de re-alinearse con la realidad existente. Karma es simplemente un resultado neto de acciones anteriores, y es la ley por la cual cada acción tiene una reacción proporcional. Si en este mismo momento salgo a fuera y mato a alguien, yo mismo seré matado ya sea en el momento siguiente, dos meses más adelante, o en otra vida, por ejemplo. Si ocurre en otra vida, y no recuerdo aquella vida en la cual fui yo quien mató a otro, pueden imaginarse cómo yo, y aquellos cercanos a mí, van a estar impactados cuando yo sea matado sin razón aparente. Parecerá cataclísmico.

Así que la siguiente pregunta sería esta: ¿cuál es el mecanismo real, vinculado a lo menos con el ser humano, que crea y conduce al crecimiento, la evolución? Por supuesto esto comienza con el Alma. El Alma, en astrología, se correlaciona con Plutón. La mayoría de nosotros hemos aprendido que Marte es la octava inferior de Plutón. ¿Por qué? Si indagamos en esto muy, muy profundamente, encontraremos que en el Alma hay una dinámica que se correlaciona con la progresión evolutiva del Alma. Esa dinámica está basada en la naturaleza de deseo dual del Alma misma. Un deseo es el de separación de Aquello que nos crea; podemos llamar a esto Dios. Y el otro deseo es el de retornar a la Fuente que nos crea. Por supuesto estos deseos son inherentemente antitéticos, y van en direcciones diametralmente diferentes. Esta simple dinámica es la base de lo que los psicólogos llaman libre elección, o libre albedrío.

Cualquier cosa que deseen, por lo menos el 90% de lo que deseen, se traducirá inevitablemente en acción, acción basada en el deseo. LA NATURALEZA MISMA DE ESE DESEO DETERMINA EL KARMA. Es así de simple. La evolución del Alma, entonces, se basa simplemente en la eliminación progresiva de todos los deseos de separación con la exclusión de un único deseo restante, que es el deseo de reunirse con la Fuente misma del Alma. Claramente para la mayoría de nosotros ello tomará un largo tiempo.

Mi punto, al traer esto en relación a Marte, es que Marte simplemente actúa instintivamente los deseos que emanan del Alma-Plutón. Marte, por si mismo, no tiene anticipación consciente. No hay un plan previo. Es simple acción instintiva. Instinto significa sólo esto: sin anticipación, sin concepción. Es un impulso. Una octava inferior de Plutón es una vibración más densa de alguna otra cosa. En este caso, una vibración más densa de Plutón. Marte nos permite volvernos conscientes, en el nivel subjetivo de la personalidad, de los deseos que emanan del inconsciente: el Alma.

De nuevo, todos nos encontramos en un estado continuo de devenir. Estado de devenir simplemente quiere decir la actuación de deseos: deseos grandes y no tan grandes. El conocimiento que buscamos por vía de Marte lo ganamos a través de la reacción a la acción iniciada. Es muy análogo a un bebé que toca una estufa caliente: el bebé no sabía que esta cosa estaba caliente, hasta haberla tocado. De este modo, la reacción a la acción iniciada produce conocimiento. De forma similar, todos andamos por nuestra vida de este modo. Actuamos los deseos a fin de obtener, mediante la reacción, un progresivo cuerpo de conocimiento sobre nosotros mismos y sobre el universo en que vivimos momento a momento y en forma continuada.

Recordemos que, aún cuando Marte como arquetipo planetario encarna y refleja estos deseos que emanan de Plutón, también encontrarán el signo de Aries en alguna parte de la carta. También habrá un signo en el Ascendente, ie. el arquetipo natural de Marte y Aries. También habrá un regente planetario de ese Ascendente. Todos esos factores probablemente estarán formando aspectos a las demás energías y arquetipos planetarios. Mi punto al ilustrar todo esto es que toda la dinámica, en total, actúa, de una vez, en la vida, de forma que la actuamos instintivamente. De este modo, actuar los deseos fundamentales que emanan de Plutón se correlaciona con la evolución personal, la cual es experimentada paso a paso en forma continua.

El punto es que los deseos que emanan de Plutón vía Marte, etc., más a menudo que lo contrario, se correlacionan con la necesidad de separarse de todo lo que no se es. Al separarse a sí mismos de todo lo que no se son, esto progresivamente les permite atribuirse todo sobre su diferencia y la unicidad de su personalidad existente, al punto que la mayoría de las personas se identifica excesivamente con su personalidad actual y la estructura egocéntrica que la define. La mayoría de las personas, lo crean o no, vive en esa consciencia. Aquellos que han estudiado cosas esotéricas y metafísicas se habrán encontrado con la noción Vedanta de Maya, ie. la ilusión de separación. ¿A cuántos no les es familiar ese pensamiento? ¿A alguno de ustedes? Bien, adivinen qué: existe. Lo que significa es que desde un punto de vista egocéntrico muchas personas sienten que son bastante distintas y que están separadas del cosmos o del universo en el que viven. Esto se relaciona típicamente con estar viviendo en un estado de separación. No pueden ver la interrelación entre ellos mismos y el resto de la vida a su alrededor: sobre-identificación con el ego.

¿A cuántos les resulta familiar la palabra ego? ¿Cuántos saben lo que es? Este un ejemplo cásico de palabras que dan vueltas en este tipo de culturas, en las que la mayoría de las personas no saben qué significa. La mayoría de ustedes, especialmente quienes han estudiado cosas espirituales, probablemente han estado expuestos al pensamiento de que, de algún modo, para espiritualizarse, deben desprenderse de sus egos. ¿Cuántos han oído tan insana consideración? ¡Bastantes, eh! El hecho es que no es posible hacer tal cosa. Si observan la esencia del ego, su fenómeno real, su estructura real, es inmaterial por naturaleza. No es como si pudiera abrirse el cerebro y encontrar un ego. No pueden abrir el cerebro y encontrar pensamientos o ideas tampoco, y sin embargo es obvio que existen. ¿Qué es, entonces, un ego? Muy simplemente, un ego es un vórtice de energía, un vórtice concentrado de energía. Es muy análogo al lente de un proyector de películas. Pueden tener un proyector con la película, y una pantalla enfrente. Pero, a menos que tengan un lente en el proyector, no habrán imágenes en la pantalla. En forma similar, el ego en la conciencia genera una imagen de sí mismo que se correlaciona con este sentido de individualidad, este sentido de separación, identidad personal, una dinámica necesaria en la conciencia que genera una auto-imagen distinta, de tu identidad subjetiva actual. Incluso los grandes maestros de todos los tiempos tuvieron que tener un ego incluso para ser capaces de pronunciar sus nombres. Así que no se trata de desprenderse del ego, se trata de re-identificar el ego con un ego más grande, y podemos llamar ese ego el ego de Dios. El agua que corre por la cañería, por así decirlo.

Se lo puede ilustrar de este modo. Si dibujo una ola en esta pizarra que se origina del océano. La mayoría de nosotros estará de acuerdo con que la ola no se ha generado a sí misma. La mayoría probablemente verá que, por supuesto, la ola es una emanación del océano. Mi punto es que, por medio de simple ley física, la ola que está emanando del océano tendrá su momentum ascendente por un instante. Este momentum ascendente crea una resistencia natural de la ola de retornar al mar del cual emanó. Desde el punto de vista de la ola, la identidad egocéntrica subjetiva, la apariencia o ilusión de separación respecto del océano, Dios, puede existir. La mayoría de los seres egocéntricos se acostumbran a este momentum, se identifican en exceso con él, y así, se resisten a retornar a la Fuente, aquello que los creó. Sin embargo, por la misma ley física, la ola debe avanzar, disolverse de vuelta dentro del océano que la creó. De forma similar, el ego individualizado debe re-alinearse a sí mismo, identificarse a sí mismo, fusionarse con la Fuente de sí mismo: el Alma inmutable que a su vez ha sido generada o creada por la Fuente Última-Dios. Al fin, esto ocurre al tiempo de la muerte física del cuerpo.

El tema aquí es que si miramos a la naturaleza del desarrollo evolutivo, en algún momento todas las Almas humanas llegan a este punto. Reconocidamente es un largo viaje para la mayoría de las personas. ¿No sería claro que, si mi conciencia y sentido de identidad está centrado en el océano yo puedo simultáneamente y conscientemente participar en mi estado de existencia como entidad separada, sí, pero con una conciencia definida por y vinculada a aquello que nos ha creado? ¿Entonces tendré una experiencia simultánea, no? El tema más profundo, para aquellos a quienes preocupa la estabilidad emocional, es que si estoy centrado en la ola puedo ser tironeado hacia un lado o el otro por las corrientes cruzadas que llamamos la vida. Esto puede crear estados periódicos de claridad, confusión, sentirse bien, depresión, y todo lo demás. Por otro lado, si estoy centrado en el Océano nada puede perturbarme, ¿o sí? Estoy de hecho calmado. Centrado en el Alma. Entonces el punto de vista adoptado, la interpretación realizada, la reacción que tiene ese fundamento, serán enteramente diferentes según si estoy centrado en el Océano, o en la ola. Por lo que la naturaleza de la evolución personal, en último análisis, se basa en esta simple analogía. Esta es la naturaleza de la evolución personal vida tras vida: en algún punto alcanzamos el centro de este Océano.

Cuando aplicamos esto a Marte y Plutón, tendremos a Plutón en alguna parte, en alguna casa, y en un signo, y tendremos a Marte en alguna parte, una casa y un signo. Mi punto es que, de nuevo, estos deseos evolutivos están emanando de Plutón y son actuados instintivamente a través de la posición de Marte por casa y signo. Lo que esto significa es que si miran dónde está Marte-casa, signo, los posibles aspectos que forma-esto puede ahora relacionarse con el vértice delantero, en cada momento, de su desarrollo evolutivo. Los deseos que están actuando, qué tipo de deseos, y el tipo de experiencias que generan, y qué tipo de reacciones se producen a fin de aprender de ellas. Pongamos un ejemplo. Pongamos a Plutón en Virgo en la Casa Uno, y Marte en Tauro en la Casa Diez. Quisiera algo de flujo libre aquí. Estoy cansado de sólo ser un conferencista, un rol totalmente aburrido, créanme. Así que, si tenemos un complejo fundamental de deseos simbolizado por Plutón en Virgo en la Casa Uno, ¿cómo serán actuados instintivamente por la vía de Marte en Tauro en la Casa Diez? ¿Quién puede hacer este análisis?

Clase: Trabajólico, motivado por el dinero.

Hagamos un análisis muy simple. Estaremos de acuerdo en que típicamente las personas con Plutón en la Casa Uno sienten instintivamente que tienen un destino especial que cumplir, algo fuera de lo común, algo más allá de sólo una tarea mundana. Y digamos que este sentimiento instintivo particular es increíblemente intenso dentro de su Alma lo que por ello requiere, a lo menos en forma cíclica, períodos de independencia y/o libertad a fin de hacer descubrimientos sobre este destino especial. Esto crea un temor subconsciente-Plutón-de estar excesivamente involucrado con los patrones de necesidades de alguien más, ie. el punto de polaridad de la Casa Siete. Los patrones de necesidades de otros son percibidos –Plutón- como potenciales desvíos y/o cargas que minan el sentido de esta persona de tener un destino especial. Por lo que, desde ya, tenemos dentro un conflicto emocional entre la necesidad de independencia y la necesidad de relación: una paradoja emocional. Aislemos sólo el simple deseo de tener un destino especial, y cómo este deseo instintivamente se manifiesta a través de Marte en la Casa Diez en Tauro. ¿Cómo se actuarán instintivamente estos deseos, provenientes de Plutón, a través de la personalidad egocéntrica de la entidad encarnada? El puntero está ahora en la Casa Diez y Marte y Tauro. ¿En qué posible signatura podría cumplirse este destino especial?

Clase: Querrán ser su propio jefe, lograr un rol especial en la sociedad.

Dices que estos deseos instintivos se manifestarán a través de la función de Marte, de tal modo de considerar que tienen un rol social especial –Casa Diez-carrera/posición, que cumplir dentro de la sociedad. OK, podemos estar de acuerdo que esa es una afirmación propia de Marte en la Casa Diez. Ahora, ¿dónde entra Tauro? ¿Y el hecho de que Plutón está en Virgo? Significa que Marte en Tauro debe aprender a identificar sus propios recursos intrínsecos-Tauro; aquello que ya se encuentra dentro de ellos desde el nacimiento, y una vez hecha esa identificación luego pueden actuar instintivamente con esos recursos para definir-Casa Diez-la forma o rol específico que refleje su sentido de destino especial. A fin de que pueda producirse esta identificación de recursos internos, el individuo debe cíclicamente retirarse de sus compromisos, deberes y obligaciones externos. Este tipo de retraimiento a través de la Casa Diez equivale a una reflexión o depresión. La reflexión o depresión crea un estado invertido de conciencia en el cual la persona puede enfocarse en, y volverse progresivamente más consciente, de los recursos intrínsecos que posee, de manera que pueda producirse con el tiempo una evolución del rol social o la carrera, que refleje el sentido de un destino especial: la Casa Diez corresponde con el fenómeno del espacio-tiempo, la finitud. El problema entonces sería, finalmente, Plutón en Virgo.

La estructura del Alma con Plutón en Virgo puede ser autocrítica, demasiado auto-analítica, demasiado consciente de sus imperfecciones, de lo que le falta, demasiado consciente de aquello que no es, y por la vía de Marte en Tauro en la Casa Diez, puede innecesariamente compararse con autoridades externas-Casa Diez, por las que tendrá un respeto instintivo. La comparación refuerza el estado de inferioridad interior, generando dentro el sentimiento y/o el pensamiento de nunca sentirse bastante preparado y/o bastante bueno para hacer aquello que instintivamente siente que podría hacer, o en lo que podría convertirse. El punto es que este tipo de foco autocrítico, auto-analítico, en el Alma, puede generar crisis-Virgo; crisis basadas en no actualizar en formas concretas el sentido de destino o propósito especial. Las Almas con Plutón en Virgo tienen una compulsión a crear crisis. Una forma de estas crisis es la auto-negación, o la actividad auto-saboteadora. ¿Por qué ocurre esto?

La razón para esto en el sentido más amplio, se encuentra en que Plutón en Virgo se enfoca en el arquetipo de la reparación o la perfección. Este enfoque está basado en la necesidad evolutiva de ajustar o re-alinear la estructura egocéntrica de la personalidad, de re-ajustar la forma en que el ego está definido, vinculándolo con principios, valores, criterios de correcto e incorrecto en sentido último, y con aquello mismo que llamamos Dios: el punto de polaridad de Virgo es Piscis. Este enfoque del Alma obtiene un profundo sentido de culpa basado en el ego como tal, en su estar demasiado identificado consigo mismo: el egocentrismo. Entonces para evolucionar a partir de este enfoque egocéntrico, el Alma crea crisis de auto-negación del ego, de auto-sacrificio, basadas en la conciencia de aquello que le falta, sus imperfecciones, etc. La crisis resultante produce, y es la fuente, del auto-análisis compulsivo que es la signatura de esta generación: incluyendo a cada persona dentro de esta generación. Así, la dinámica de las crisis y el auto-análisis relacionado, produce auto-conocimiento. ¿No es cierto que cuando estamos en estado de crisis se produce un cierto grado de auto-conocimiento, al intentar comprender de qué se trata la crisis, por qué está ocurriendo, y tomar conciencia de algún tipo de estrategia para abordarla? ¿Y no nos parece, cuando está ocurriendo una crisis personal o colectiva, que hay “fuerzas más grandes” operando más allá del control del ego individual o colectivo? Este sentir estas fuerzas mayores-Piscis- lo que refleja la necesidad evolutiva de Plutón en Virgo de identificarse con estas fuerzas, de tal modo que el ego individual o colectivo se alinee con ellas. El arquetipo de Virgo/Piscis también se correlaciona con el masoquismo, por las mismas razones mencionadas. Hay dos tipos de masoquismo. Un tipo puede llamarse masoquismo religioso, y el otro puede llamarse masoquismo psicopatológico. En ambos tipos la dinámica fundamental es el experimentar humillación, auto-sacrificio, aniquilación, expiación, y la expectativa de purificación del ego como resultado de estas orientaciones. El símbolo último del masoquismo religioso es Cristo en la Cruz. La forma última de masoquismo psicopatológico se ve reflejada en los actos sexuales sado-masoquistas extremos.

Relacionando esto con nuestro ejemplo de Plutón en Virgo en la Casa Uno, y Marte en Tauro en la Casa Diez, podemos ahora ver dónde se está expresando este sentido de culpa/reparación en este individuo. Podemos ver dónde podrían tener lugar las experiencias de crisis y auto-negación. Podemos ver dónde, y cómo y por qué razones, debe producirse la necesaria re-alineación del ego. En esencia, tenemos, al momento de nacer, una persona que tendría patrones de culpa inconsciente, basados en la incorrecta utilización o incorrecta aplicación del poder y la ambición vinculada con el deseo del Alma de tener una posición social elevada, y los medios empleados para lograr estos fines deseados. Dado que al llegar a esta vida hay una necesidad de expiar esta culpa el individuo típicamente se auto-saboteará para no lograr sus fines en esta vida, hasta que no haya ocurrido el necesario ajuste egocéntrico.

Clase: La imagen a la que apuntas es que, en este caso, Plutón tiene un efecto generacional que sería como la aguja lenta del reloj, y Marte seria la aguja rápida moviéndose a través de las doce diferentes posiciones que expresarán el impulso evolutivo. ¿No sería eso un poco general, que todas las personas nacidas en ese largo marco de tiempo todas las cuales han tomado Plutón en Virgo para trabajar estas mismas cosas? ¿O podrías ser más específico sobre esto?

Para responder tu pregunta, es cierto que todas las personas con Plutón en Virgo tienen esta culpa y la necesidad simultánea de expiarla. Las razones y causas de la culpa son específicas de cada persona. Y en este caso que estamos usando como ejemplo, con Marte en la Casa Diez, es culpa basada en la incorrecta aplicación de la ambición mediante el deseo de un trabajo o rol social especial. Este es mi punto. Puedes hacerlo muy específico ubicando al planeta Marte, en este caso. Combinado con Plutón en la Casa Uno esto era también una culpa basada en no satisfacer las necesidades de los otros, habiéndose percibido las necesidades de los otros como amenazantes para su sentido de propósito individual. Así, una persona que ha puesto la carrera y la posición social por encima de las necesidades de aquellos más cercanos. Y más allá de esto, hay doce casas, sí, pero también hay doce signos, y muchas posibles combinaciones de aspectos que pueden tener lugar entre Plutón y Marte, ie. Plutón en Virgo en la Casa Uno en oposición a Venus en Piscis en la Casa Siete, o Marte en Tauro en la Casa Diez en inconjunción a Júpiter en Sagitario en la Casa Cinco, y así. Las diversas combinaciones/posibilidades son casi infinitas. El punto es que, teniendo estas conexiones a través de los aspectos, también tienes otras dinámicas que contribuyen a la naturaleza muy específica del arquetipo subyacente aplicable a todas las personas con Plutón en Virgo, o con Plutón en cualquier signo o casa.

Clase: El punto que quisiera sólo notar es que no veo a Virgo, o a Plutón en Virgo, necesariamente sólo como una función de inferioridad. Podría ser que estos mismos individuos hayan venido, de hecho, a traer una experiencia del Cristo etérico a través de Virgo, la cual es una experiencia más positiva de aquello que luego lleva a la función de Marte en Tauro a que ellos lo externalicen en aquel campo de actividad que elijan.

Primero, yo no dije que Virgo es SÓLO una función de inferioridad. Segundo, podría ser necesario revisar tu comprensión de Cristo. El hecho es que Jesús mismo se sintió inferior: simplemente recuerda sus palabras cuando estaba colgado en la cruz: “Padre, aleja de mi esta copa”. ¿Qué te sugieren estas palabras? Sugieren un hombre que no era perfecto, pese al revisionismo cristiano en el sentido contrario, un hombre que sintió que no estaba a la altura de la tarea que le había asignado el Padre. También quisiera sugerir que como generación la mayoría de estas personas no estarán manifestando el Cristo etérico de una forma consciente o conceptual. Sólo lo haría un porcentaje muy reducido, basados en el desarrollo evolutivo que hayan logrado. Yo diría de un modo más pragmático, realista y práctico que la mayoría de esta generación-porque al proyectarnos al futuro esta generación estará en posiciones de poder social en quizás veinte años a contar de ahora-este grupo de gente tendrá un rol mayor en el uso adecuado de todo tipo de tecnologías a fin de purificar su aplicación. También tendrán un rol increíblemente importante en las tecnologías de la salud y la medicina, porque la Tierra en que vivimos estará cada vez más contaminada, incluyendo la mutación de virus y bacterias que llevará a que tres o cuatro variedades se vuelvan una amenaza para la vida humana, por su mutación y por volverse transmisibles por vía aérea. En un sentido, de facto ese podría ser el Cristo etérico, pero dudo que la mayoría vayan a conceptualizarse sí mismos de ese modo, en términos egocéntricos. ¿Y qué hay de los millones de Almas que viven en otras culturas que no tienen conexión con la Cristiandad o con Cristo? Es posible que quieras revisar tu planteamiento, sí?

Otro modo de mirarlo usando nuestro ejemplo de Plutón en Virgo, es que al tiempo en que Jesús estuvo en el planeta, cualquiera sea la carta natal con la que estemos de acuerdo o en desacuerdo, todas las cartas tienen Plutón en Virgo. Ahora, él mismo afirmó estar aquí para dar inicio a una nueva era, que se llama la Era de Piscis. Así que podemos ver el punto de polaridad de esta generación, incluyendo a este individuo dentro de la generación, que es Piscis. ¿Coincidencia o sincronicidad? O tomemos el ejemplo de Plutón en Leo. La mayoría estarán de acuerdo en que de algún modo nos movemos hacia la Era de Acuario, o que acabamos de movernos. Progresivamente, la generación de Plutón en Leo irá ganando posiciones de poder social, como ya lo estamos viendo en este tiempo. El punto de polaridad de esta generación es Acuario. Entonces, seguro, tenemos esta aplicación generacional, pero también tenemos a cada persona que vive en la generación: las generaciones están compuestas de individuos. Cada individuo tiene su propio contexto dentro de la generación a fin de, individualmente, desarrollar, cooperar con, o resistirse a sus propios requerimientos evolutivos. El punto es que si cada individuo en la generación simplemente cooperara con sus lecciones evolutivas, entonces la generación estaría en un estado de armonía, y las necesidades evolutivas de planeta operarían de manera uniforme, no cataclísmica. Pero creo que la mayoría estaremos de acuerdo en que la mayoría de los individuos no coopera conscientemente en forma total con sus requerimientos evolutivos. Lo cierto es que la mayoría de la gente reacciona en forma mínima a sus requerimientos evolutivos. Hacemos sólo un poquito cada vez. SI leemos metafísica, esto es la razón por la cual la historia de las reencarnaciones parece ser tan trágicamente larga, ie. la típica noción de que encarnamos millones de veces. Esto se debe a que cada uno de nosotros hace un poquito cada vez, en vez de toda la pelota de cera, por así decirlo.

Volviendo a este ejemplo, ¿pueden ver ahora a través de esta ilustración cómo opera este mecanismo. Plutón/Virgo/Casa Uno y cómo se manifiesta a través de Marte en Tauro en la Casa Diez? ¿Ven la relación? ¿Es clara para ustedes? El punto es que pueden tomar este método y aplicarlo a cualquier carta. Todos tendrán a Plutón en alguna parte, en una Casa, en un Signo, y tendrá una aplicación generacional e individual. Y tendrán a Marte en alguna parte, por casa, signo y aspectos a otros planetas y las casas y signos de éstos. Este es el vértice delantero de vuestra evolución individual, día a día, minuto a minuto. El cómo, mediante Marte, instintivamente actuamos hacia afuera los deseos y requerimientos evolutivos que emanan del Alma. La signatura natal y estos requerimientos operan a través de la vida. Los movimientos de Plutón en tránsito, planetas progresados que forman aspecto con Marte, Marte progresado formando aspectos con otros planetas, el movimiento de Plutón en tránsito, y otros planetas formando aspectos con Plutón por tránsito o progresión, todos se correlacionan con el desarrollo y requerimientos evolutivos a través del tiempo, en esta vida. Estos desarrollos a través del tiempo se refieren y son comprendidos en el contexto del propósito reflejado en la signatura natal de Marte y Plutón. Gracias por venir tan temprano esta mañana, y que Dios los Bendiga.