Extracto de Plutón: la Evolución del Alma en las Relaciones.

El siguiente es un extracto del segundo volumen de Jeffrey sobre Plutón. Este volumen está enteramente enfocado en las dinámicas de las relaciones desde el punto de vista evolutivo. Este extracto trata de los principales tipos de relaciones, el tema de los compañeros de alma, las almas gemelas, los compañeros de karma, etc., y cómo determinar cuál es cual.

TIPOS DE RELACIONES

En este capítulo discutiremos acerca de tipos de relaciones. Existen cinco tipos primarios, formas arquetípicas que definen una relación entre dos personas. Mediante la comprensión de las dinámicas inherentes a cada tipo, y relacionando estos arquetipos a la naturaleza del condicionamiento de las dinámicas de vidas pasadas, las cuatro condiciones evolutivas naturales, y el impacto condicionante de la imprimación social, parental, cultural y religiosa, aumentará vuestra habilidad astrológica para ayudar a una pareja que busque asesoramiento. Los cinco tipos primarios de relación son los siguientes:

(1) Co-dependiente

(2) Consejero/aconsejado

(3) Aprendiz/maestro

(4) Sado/masoquista

(5) Auto-suficiente

También existen cuatro variaciones especiales que pueden producirse dentro de los cinco tipos primarios:

(1) Compañeros de alma

(a) misma alma

(2) Compañeros de karma

(3) Almas gemelas

(4) Almas en diferentes estados evolutivos

El tipo más común de relaciones es la condición de co-dependencia. La relación de co-dependencia es una en la cual ambas personas en la relación son dependientes el uno de otro para sostener sus vidas. En esta condición, cada persona proyectará sus necesidades en el otro de tal modo de esperar del otro que perpetuamente satisfaga esas necesidades. Esto se constituye en la base de sus proyecciones mutuas, en la que cada persona ve reflejadas en el otro su propia realidad interna. Esta proyección recíproca de realidades internas crea una situación en la cual nadie puede ver claramente, o siquiera de algún modo, la verdadera realidad del otro. En tanto cada uno espera del otro que perpetuamente satisfaga sus necesidades, se monta de este modo el escenario para un amor condicional-“te amaré si …”

De este modo, cada persona puede progresivamente perder de vista su propia identidad en razón de sus necesidades co-dependientes. Las dos personas llegan a estar tan desesperadamente enmarañadas que los límites normales que generan una relación sana, en la cual las vidas individuales de cada uno pueden florecer y prosperar, llegan a ser inexistentes. En los peores casos, cada persona en la relación sentirá que simplemente no puede vivir sin la otra persona, y hará cualquier cosa para mantener y sostener la relación. En efecto, cada persona convierte a la otra en la razón misma de vivir, como si cada uno fuera de facto el dios o la diosa para el otro. Si por cualquier razón uno de los integrantes es removido de la relación-se produce la muerte, por ejemplo-o una de las dos personas decide cambiar las dinámicas debido al enmarañamiento y la co-dependencia, la otra persona lo experimentará como su propia muerte, como no poder seguir viviendo. El estado psicológico a que esto conduce es verdaderamente trágico y problemático. Algunos contemplarán o llegarán al suicidio.

El siguiente tipo de relación es la condición de consejero/aconsejado. En esta condición, una de las personas siente que la otra posee cierto conocimiento o información vital de tipo psicológico, que le es necesaria- conocimiento o información que la persona siente que por sí misma no posee. La otra persona sentirá que en efecto posee esta información o conocimiento que ofrecer al otro. La persona que siente que posee este conocimiento típicamente parecerá más madura e integrada, y se presentará a sí misma como muy experta, segura y estable. Pueden parecer introspectivos y reflejar una sabiduría que es atractiva para muchas personas.

Sin embargo por debajo de esta máscara habrá un individuo altamente inseguro en términos emocionales. Típicamente este tipo de persona tendrá enfatizado un miedo de pérdida, traición, abandono, miedos relacionados con violaciones de confianza, y miedos de persecución si revelan mucho de su verdadera realidad interna. Por medio de la dinámica psicológica de la compensación, a traerán a aquellos que parecen más necesitados que ellos. La palabra clave es “parecen”. Esto se debe a que en realidad son tan necesitados, o quizás más, que quienes están en contacto con sus necesidades. Este acto compensatorio de atraer a otros que parecen más necesitados es creado a fin de tener una sensación de seguridad, en una relación. Al presentarse a sí mismos como alguien que puede ayudar a otro a entenderse a sí mismo en términos psicológicos, piensan que están garantizando su seguridad emocional al quedar en una posición de control emocional/psicológico. Sienten: “estoy seguro porque esta persona me necesita”.

Estas personas poseen la maña para poder gatillar el punto emocional/psicológico más débil en la otra persona de tal modo de poder presentarse a sí mismas como la persona que les ayude a salir de esa situación. Sin embargo, si la otra persona realmente comienza a sanar, o comienza a comprender las cosas por sí misma, entonces el consejero comenzará a sentirse amenazado e inseguro. En consecuencia, esta persona puede ser muy manipuladora en formas bastante encubiertas a fin de mantener su posición dentro de la relación, dado que su seguridad emocional se encuentra en juego. En los peores casos esta persona, que una vez pareció tan amable y útil, se vuelve abusadora y vengativa cuando comienzan a exo-actuar otra vez sus temores más profundos de pérdida emocional, abandono, y traición.

A la inversa, el aconsejado en este tipo de relación se presentará a sí mismo como alguien que necesita al consejero. Al comienzo de la relación, el aconsejado sentirá, nuevamente, que el consejero simboliza o representa algo que necesitan ay que, según su propia estimación, no poseen. De este modo, le entregan su poder al consejero, quien se sentirá muy feliz de tomar ese poder, por cuanto sirve a su necesidad de seguridad emocional y psicológica. El problema inherente es que el aconsejado sólo mantendrá la relación mientras duren las necesidades que los llevaron a estar en la relación inicialmente. Y una vez que estas necesidades son satisfechas, entonces querrán terminar la relación, ya sea porque han aprendido a satisfacer sus necesidades propias, o porque han descubierto una nueva serie de necesidades que el actual consejero/compañero no puede satisfacer. Así, se sentirán atraídos hacia a otro del tipo consejero que ahora represente o simbolice la capacidad de satisfacer estas nuevas necesidades.

Para ambos, consejero y aconsejado, pude producirse un karma de manipulación por razones que son únicas para cada uno. Ambos son dependientes de sus roles para sentirse seguros. Típicamente, este tipo de relación refleja un desequilibrio inherente, en el cual el consejero es quien más da, y el aconsejado quien más recibe. Generalmente, el consejero está de lo más feliz dando, por cuanto lo hace sentir seguro. Pero bajo esta aparente felicidad, el consejero no está realmente feliz porque sus necesidades profundas no están siendo tomadas en cuenta-la necesidad profunda de contactarse con sus temores de pérdida y traición, y de examinar los factores causales y las razones de esos temores. Esta es la razón por la cual el consejero inconscientemente recreará la pérdida, abandono, violación de confianza, y la percepción de confianza vía este tipo de relación. La repetición de esta dinámica a través de la psicología de la repetición compulsiva, en algún punto, llegarán a ser emocional y psicológicamente honestos consigo mismos. Por supuesto, cuando esto ocurre, ¡el consejero puede convertirse en el aconsejado!

El siguiente tipo de relación es una variación del tipo consejero/aconsejado. Éste es el tipo aprendiz/maestro. Muchas de las dinámicas del tipo consejero/aconsejado también existen aquí. Una de las diferencias principales es que en este tipo de relación el contenido no es específicamente psicológico. Tiene mucho más que ver con enseñanzas que reflejan la vida misma en términos amplios. Dependiendo del estado evolutivo de las personas involucradas estas enseñanzas pueden implicar cualquier cosa desde lo espiritual y metafísico a los aspectos prácticos sobre cómo vivir para poder sobrevivir.

Cualquiera sea el caso, existe la dinámica de fondo de una relación definida por un desequilibrio en los roles, y el investimento emocional de estos roles por motivos de seguridad. También existe una elevada probabilidad de que exista una conducta de manipulación a fin de mantener estos roles. Tanto el consejero como el maestro deben tomar conciencia de que, al desempeñar sus roles, también están usando a su pareja para satisfacer sus necesidades de seguridad. Y este arreglo no es de ningún modo a prueba de tontos-tal como el consejero puede experimentar el ser usado y luego dejado, lo mismo puede ocurrirle al maestro.

La relación sadomasoquista es el siguiente tipo de relación, y quizás la más difícil de todas. Difícil, por cuanto asume tantas formas y expresiones que muchas personas no la reconocen como tal. Por ejemplo, puede ser tan simple como el caso en que un hombre y una mujer hacen el mismo tipo de trabajo, y sin embargo la mujer gana menos dinero. De una u otra forma, este tipo de relación parece permear las relaciones entre hombre y mujer-incluso hombres gay y las mujeres.

Las dinámicas arquetípicas que general y llevan a este tipo de relación fueron detalladas en nuestro estudio del Mito del Jardín del Edén, que, de nuevo, es un reflejo de las distorsiones generadas en la transición al patriarcado. Reiteremos las dinámicas resultantes: una culpa permeante que lleva a la expiación o la ira, dominación y sumisión, junto a los roles y sentimientos de superioridad e inferioridad. Dentro de estas dinámicas subyace la enseñanza de que la carne es antagónica con el espíritu, y que el sufrimiento es prerrequisito para que tenga lugar un crecimiento o ganancia verdaderos.

En la patología masoquista, siempre habrá tres mensajes o patrones de pensamiento, que permean el subconsciente del individuo. Estos patrones de pensamiento subyacentes condicionarán, controlarán y crearán las realidades circunstanciales de las personas de tipo masoquista. Estos tres patrones de pensamiento son:

* Merezco dolor, castigo, crisis, sufrimiento, humillación (humildad forzada), y negación, y no sé por qué. Además, la dinámica de negación/evitación se expresa como una supresión de la verdad de por qué esto está ocurriendo, de tal modo de tener excusas que siempre sonarán como razones racionales a fin de justificar estas condiciones. Y dentro de esto, e pensamiento relacionado: algo tiene que está mal en mí.

* Para satisfacer mis necesidades, primero me tiene que doler, debo sufrir o sacrificarme.

* Esencialmente no valgo nada, aún sabiendo intelectualmente que es un error.

En esencia, la orientación sadomasoquista a la realidad creará una realidad circunstancial que está definida por la crucifixión personal-el sacrificio compulsivo de uno mismo en miríadas de formas. Cuando la reparación está vinculad con la culpa, la manifestación conductual sólo puede llevar al dolor y la crisis. La conducta de auto-sacrificio, dolor, y la creación de crisis internas y externas genera un tipo de conciencia en el cual el análisis ligado a las crisis, etc., producen auto-conocimiento. En efecto, el tipo masoquista sólo puede aprender sobre sí mismo mediante la creación de crisis y el análisis de sí mismo que estas producen. Las crisis tienen también el efecto de remover la psicología de la negación o la evitación de la verdad por la naturaleza de la repetición en la formación de las crisis en el masoquista. En algún punto, el masoquista simplemente llegará a estar totalmente exhausto del ciclo de crisis repetitivas y deseará cambiar. Cuando esto ocurra, se quitará las anteojeras de sus excusas. La realidad se presentará como tal. Pueden cambiar.

En las relaciones, el masoquista compulsiva y habitualmente atrae uno de dos a tipos de personas. Un tipo es el que yo llamo “pájaros emocionales heridos” (emotional wounded birds) de este mundo. Este tipo necesita sanación y reparación psicológica y emocional en forma generalizada. Son típicamente muy narcisistas, y no tienen la capacidad real de reconocer la identidad y las necesidades emocionales reales de su pareja masoquista. Típicamente son tan inseguros que crearán una idea o imagen en su mente de quién es su pareja masoquista y esperarán que éste sea esa imagen o idea. En consecuencia, el compañero masoquista queda sintiéndose totalmente incomprendido e invalidado, no importa cuantas confrontaciones o peticiones de reconocimiento existan. En esta situación, la persona masoquista hace prácticamente toda la parte de dar en la relación, y siempre debe estar apagando los incendios emocionales que genera el “pájaro herido”. El compañero masoquista podría también caminar por la casa ¡vestido de uniforme blanco con una cruz roja en el hombro y una etiqueta con su nombre en el pecho!

El otro tipo que el masoquista atrae es el que yo llamo el “diablo con lengua de plata”. Los de este tipo saben cómo presentarse a sí mismos –saben qué decir a fin de enganchar al masoquista. Sin embargo, una vez que el masoquista muerde el anzuelo y toma la decisión de estar en la relación, la verdadera realidad o la verdadera agenda emocional del compañero sádico se revela-y esta realidad nada tiene que ver con su presentación original. En este punto, el masoquista alcanza un punto de desilusión total, en las puertas de una nueva crisis. Entonces el “diablo con lengua de plata” adoptará un aire de gran preocupación y de honestidad y prometerá cambiar, como medio de reasegurar la relación. Sin embargo una vez reasegurada, volverá al patrón anterior. Y por supuesto, los dos tipos que el masoquista puede atraer pueden combinarse en una sola persona.

La persona masoquista refleja un tipo natural de inocencia que crea ingenuidad y credulidad. Ven el espíritu o el potencial en el individuo, y luego esperan que el individuo sea ese potencial que perciben o bien que lo actualice lo que su espíritu refleja. Rara vez, si acaso alguna vez, sus parejas lo harán. Entonces se monta la desilusión, y más crisis. Los masoquistas necesitan ser necesitados, viven para ello.

En el sádico, la ira está vinculada con la culpa en lugar de la reparación. Esta patología también producirá excusas que suenen como razones racionales como medio de evitar/negar la verdad de lo que en realidad está ocurriendo. Como resultado, lo mensajes o patrones de pensamiento subconscientes son estos:

* Me han hecho sentir culpable y siento rabia por ello, por lo que quiero herir a otros y hacerles sentir tan culpable o tan malo como yo me siento. Y voy a herir a otros primero, antes de salir herido yo.

* Quiero hacer que otros expíen sus errores o pecados. Quiero humillar a otros para humillarme a mí mismo.

* Castigando a otros por sus imperfecciones, errores o pecados, me estoy castigando a mí mismo.

Estos tres patrones de pensamiento crearán una realidad circunstancial definida, en esencia, por las orientaciones dominación/sumisión, amo/esclavo, superior/inferior, vencedor/vencido. En los hombres, esta dinámica es proyectada sobre la mujer, debido a un miedo latente o subyacente llamado “complejo de castración”. En las mujeres, que también pueden ser sádicas, también existe el complejo de castración. Es un complejo psicológico, no literal! La esencia de este complejo es el miedo o el sentimiento de ser desempoderado, minado, capturado, esclavizado, o de alguna forma indefinida destruido por el sexo opuesto. En consecuencia, la persona sádica deseará herir al otro primero, atacar primero, destruir primero, “ajustar cuentas” primero, antes de permitir ser herido. Para los individuos definidos por esta psicología sádica, siempre hay un sentimiento subyacente de que siempre hay alguien que quiere cogerlos, atacarlos, herirlos, victimizarlos. Y en vez de sentir que lo merecen, como el caso del masoquista, se sienten victimizados. El masoquista también se siente victimizado, pero el masoquista siente que merece ser una víctima. El sádico siente únicamente rabia por ser victimizado de esta manera, y la rabia sólo puede usarla para destruir o herir a otros. Se sienten compelidos a castigar a otros por la culpa subyacente que reside en su propia psique o subconsciente. En algunas personas, las patologías sádica y masoquista operan juntas-la manifestación de cada patología depende de circunstancias específicas. En psicología clásica, esto se conoce como tipo pasivo/agresivo.

El tipo de relación sadomasoquista tiene un amplio rango de manifestaciones conductuales. Esta dinámica es fácilmente reconocible por cualquiera. Las formas más abiertas, por supuesto, están constituidas por las prácticas sexuales sadomasoquistas de las que todos tienen alguna idea –los látigos y cadenas, trajes de cuero, tacos aguja, todo el equipamiento para crear tortura sexual/emocional, etc. La dinámica psicológica/emocional operativa en estas formas abiertas es dolor intenso y la liberación de ese dolor. El sufrimiento intenso lleva a un sentimiento de libertad cuando se produce la liberación de ese dolor. En la historia moderna reciente, quien de forma más notoria y reconocible personificó las dimensiones más oscuras y distorsionadas de este arquetipo fue el Marqués de Sade.

En su tiempo, se le dio al sadomasoquismo un nombre filosófico elegante por la clase “noble” que lo practicaba. Se le llamó filosofía de “libertinaje”. La enseñanza implícita de esta filosofía era “A fin de ser libre, deliberarse, uno debe sufrir”. La primera premisa en esta filosofía era que Dios es inherentemente maligno, y que para realizar las obras de Dios uno debe abrazar el mal y “confundir las leyes de la naturaleza, subvertir las leyes de la naturaleza”. Aunque esto pueda sonar ridículo, hay que tratar de entender que esta forma distorsionada de pensamiento emana directamente del pensamiento religioso igualmente distorsionado que se encarna en el Mito del Jardín del Edén-la carne en conflicto con el espíritu. La culpa implícita ligada a la carne distorsiona de este modo la vida de la carne y los sentidos mediante la supresión que ocurre vía la prescripción religiosa. Los efectos de esta enseñanza existían mucho antes que Sade-por ejemplo, la autoflagelación de tantos píos cristianos monásticos en los años 1400 y 1500, que persiste aún en algunos en el mundo islámico. Durante las cruzadas, era una práctica común, bajo el estandarte de la cruz, torturar y mutilar sexualmente a hombres y mujeres (principalmente mujeres) en formas indecibles en el esfuerzo de extraerles confesiones sobre sus prácticas de vida “inmorales”, y de entregar a otros que también vivían en forma “inmoral”. La dinámica sadomasoquista también emerge entres las enseñanzas judías, en las que el ser especialmente “elegido” o favorecido por Dios requiere ser perseguido por otros.

También existe en otras razas. Por ejemplo, algunas tribus indígenas americanas realizan la Danza del Sol en la cual se traspasan con metal los pezones de un individuo, y el metal se amarra con cuerdas conectadas a una polea. El Danzante del Sol luego se progresivamente suspendido de manera que todo el cuerpo cuelga del metal atado a las cuerdas. Se entiende que el dolor y sufrimiento experimentado induciría visiones de lo alto.

El punto que quiero recalcar es que el arquetipo del sadomasoquismo impregna la psique colectiva de millones de personas que viven hoy en día, y la mayoría no lo sabe. Sin embargo, las formas más abiertas son reconocibles por casi todos nosotros. Y en este reconocimiento, retrocedemos espantados y horrorizados –“Cómo puede alguien ser así, hacer esas cosas, permitirse ser así”-etc. En nuestros tiempos, esta dinámica es más fácilmente comprendida como síndrome de la esposa golpeada, el síndrome del niño abusado. Basta con encender el televisor y observar al siguiente grupo de gente discutiendo su abuso infantil en un programa de conversaciones cada vez más popular, para comprender cuán extensivamente este arquetipo permea la sociedad. Pero ¿cuántos de nosotros pueden reconocer as formas menos abiertas de este arquetipo? Y ¿cuáles son estas formas menos abiertas?

De nuevo, ¿puede no vérselo en el hombre y la mujer haciendo el mismo trabajo, y la mujer ganando menos? ¿puede no vérselo en un hombre o una mujer que sustraen su atención emocional y sexual de su pareja, como una forma de castigo? ¿Puede no vérselo en las diversas formas de criticismo perpetuo entre los integrantes de la pareja? (esta forma puede también relacionarse con el bromear, cuando éste tiene por finalidad la humillación). ¿Puede no vérselo en el hombre que espera que la mujer no sea más que una extensión vicaria de su realidad y cuyo sólo propósito es servir sus necesidades? El pensamiento de que la mujer es inferior-una ciudadana de segunda clase a lo más-¿no es una dinámica de dominación y sumisión? Y ¿por qué es que cuando una mujer desea actualizarse plenamente a sí misma, se considera, consciente o inconscientemente, como si quisiera ser “como un hombre”? Desde el punto de vista del hombre, ¿no es este un ejemplo del complejo de castración? Y ¿por qué es culturalmente aceptable en cada sociedad que el hombre haga ostentación de su sexualidad, que se vanaglorie de sus conquistas, que hable acerca de la mujer en los términos más crudos, pero no está bien que la mujer haga exactamente lo mismo? ¿No puede esto trazarse hasta el arquetipo original del Jardín del Edén, para tener ahora al hombre “desquitándose” de la mujer por la tentación original? He aquí la raíz de a racionalización inconsciente para violar a una mujer-un acto de poder e ira vinculado con el complejo de castración generado en el mito edénico.

Más comúnmente, tenemos la situación del hombre que puede ser emocionalmente complaciente con la mujer para tener sexo con ella, y luego, terminado el acto sexual, repentinamente se vuelve emocionalmente remoto o lleno de desdén hacia la mujer-incluso a veces airado hacia ella. ¿Por qué? ¡Porque ha caído en la tentación! Si pueden entender esto, entonces entenderán por qué tantas mujeres sienten que deben ser puras para sus hombres-el deseo inconsciente de purgar su responsabilidad por el “Pecado Original”.

Es muy difícil sobrestimar el grado en el cual este arquetipo permea las mentes de millones de personas. Tal como la naturaleza de la semilla que se planta en la tierra determina la figura y la forma de la planta que podremos ver, así también esta semilla del mito de Jardín de Edén, residente en el inconsciente colectivo, determina la figura y la forma de las interrelaciones entre las personas-particularmente entre el hombre y la mujer-y, por extensión, la interrelación de los seres humanos con el resto de la naturaleza.

Astrológicamente, el arquetipo del sadomasoquismo se correlaciona con los signos de Virgo y Piscis. Desde alrededor del año 0 hasta ahora, hemos estado viviendo en la Era de Piscis. Muchos años atrás, por ejemplo, hice una investigación sobre personas que conscientemente se definían como masoquistas o sádicos. Esto fue realizado en el contexto de u grupo especial de personas que eran miembros de una “iglesia” SM. De todas las personas estudiadas, el noventa por ciento de tenía una Casa Seis o Doce enfatizada, y stellium de planetas en Piscis o Virgo, y/o los Nodos Sur y Norte de la Luna en las Casas Seis y Doce. Esto no debiera sorprendernos si consideramos la carta natal de Jesús de Nazaret, que inauguró la Era de Piscis para los occidentales. La carta que yo uso, la que tiene más sentido para mí, es la carta que fue rectificada por el teólogo/astrólogo Donald Jacobs. En esta carta, Plutón está conjunto a Marte en Virgo (ambos retrógrados en la Casa Nueve), y en oposición al Sol, Luna, Venus, Júpiter, Urano y Saturno en Piscis dentro de la Casa Tres. Neptuno, regente de Piscis, está conjunto al Nodo Sur en Escorpio. En esencia, la vida de Jesús fue una vida de “sufrir por nuestros pecados”, o de tratar de absolver nuestra culpa absorbiendo nuestro karma a través del acto de sacrificar su propia vida, de “padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, y también de una culpa concomitante basada en la imperfección, que se refleja en sus propias palabras: “Padre, aleja de mí este cáliz”. Esto significa: “Señor, soy débil y no suficientemente perfecto para la tarea que me has dado; por favor déjame ir”. La implicancia es que, si uno es suficientemente puro, suficientemente perfecto, suficientemente bueno, entonces, aquello que se nos da como tarea para hacer simplemente ocurrirá. Pero la perfección, en este contexto, sólo puede ser vinculada con un Dios que se concibe perfecto, y el ser humano es algo menos que eso debido a la tentación a que sucumbió en el Jardín de Edén-la comisión del pecado original. Así que los seres humanos en general, y las mujeres en particular, nunca son suficientemente buenos, suficientemente perfectos, para hacer lo que les toca hacer. De este modo, esta psicología arquetípicamente condicionada sostiene y perpetúa la culpa relativa a un Dios que se concibe como perfecto.

El punto de fondo en todo esto es que el arquetipo sadomasoquista se sostendrá hasta que y a menos que las doctrinas cristianas e islámicas que conciben a Dios de esta forma, cambien. Por ejemplo, estas doctrinas afirman que lo que llama Dios es el origen de todas las cosas. Si es así, entonces dónde se encuentra el origen de la imperfección? ¿Dónde está el origen de la evolución? ¿Dónde está el origen de la rabia? ¿la culpa? ¿la sexualidad? Esta lista sigue y sigue.

Si podemos enfrontar estas cuestiones, entonces podremos ver que lo que se llama Dios es también una fuerza en evolución buscando perfeccionarse. Si Dios es comprendido de este modo, el amor y la compasión reemplazarán a la culpa, y el auto-odio y la rabia que la culpa genera. La Ley Natural se constituirá en aquello mediante lo cual el ser humano comprende la vida, en vez de leyes de factura humana que distorsionan la ley natural. Sólo de este modo el arquetipo sadomasoquista dejará de existir. Hasta que esto ocurra, los actos sadomasoquistas, en gran escala, tales como el holocausto contra los judíos y gitanos promovido por Hitler, la locura de “limpiezas étnicas” que ahora, el momento de escribir esto, devora lo que una vez se llamó Yugoslavia, o las fuerzas oscuras de Rusia que desean que Rusia vuelva a un estado de dominación purgando a los no-rusos de sus fronteras, etc., continuarán. Mientras avanzamos hacia la Era de Acuario, se encuentra en curso la transición necesaria que permitirá abrazar la ley natural, como opuesta a la ley de factura humana. La intención de Plutón en Escorpio, respecto a Neptuno y Urano que se encuentran en Capricornio, es acelerar esta transición. Esta aceleración aumentará cuando Plutón entre en Sagitario (signo de fuego) y Neptuno y Urano entren en Acuario (signo de aire). La última vez que esto ocurrió, comenzó la transición al Humanismo durante el Renacimiento en Occidente.

Astrológicamente hablando, todos tenemos los signos de Virgo y Piscis en alguna parte del horóscopo. La cuestión se convierte en la siguiente: ¿Dónde y cómo está operando este arquetipo sadomasoquista en su vida? Las posiciones por casa de estos signos y los planetas asociados a ellos revelan exactamente donde son más susceptibles a este arquetipo, vía el impacto del mito del Jardín de Edén y su impregnación en el inconsciente colectivo-la semilla en la tierra!

El siguiente tipo de relación es lo que yo llamo el tipo autosuficiente. El tipo autosuficiente de relación es aquel en que ambos individuos han aprendido a identificar y satisfacer sus propias necesidades. La actitud resultante de tales personas llega a ser entonces la de sentir que están en la relación simplemente porque quieren, no por lo que el otro puede hacer por ellos. El elemento de compulsión y de necesidades proyectadas queda enteramente eliminado. Tales personas son simplemente libres en su interior para estar con otra persona. Como resultado, tales personas tienen la capacidad desarrollada de ver a sus parejas clara y objetivamente. Se ha eliminado el sentirse amenazado o inseguro por las necesidades de cada uno de actualizarse en las formas que cada uno requiere. En cambio, cada persona alentará y facilitará el desarrollo individual de cada uno. Esto permite que tenga lugar el amor incondicional-“Te amaré siempre, pase lo que pase”. Esto es totalmente diferente del amor condicional que se manifiesta en todas los otros tipos de relaciones discutidos hasta aquí.

El tipo de relación autosuficiente no significa que cada persona no tiene necesidades-todos tienen necesidades en una relación. La diferencia es que cada persona ha aprendido cómo satisfacer sus propias necesidades sin proyectar esas necesidades en la pareja. Tales individuos están ben tanto s están en una relación como si no. Debido a que estas personas no proyectan sus necesidades en la pareja, la pareja, paradojalmente, se siente feliz de satisfacer esas necesidades. En término evolutivos, toma un largo tiempo alcanzar la condición de auto-suficiencia. Como resultado, este tipo de relación no es común-en Occidente, aproximadamente un quince por ciento de las parejas están en esta condición.

La naturaleza del condicionamiento cultural y religioso promueve la dependencia en factores externos para sentir seguridad. Desde un punto de vista religioso, esto se refleja en un Dios que de algún modo está afuera del individuo. Desde un punto de vista cultural, la mujer ha sido más o menos controlada de la naturaleza de las sociedades patriarcales. Así, las mujeres han sido condicionadas a depender de los hombres. Los hombres son dependientes de la dependencia de las mujeres-un típico sentido egocéntrico de masculinidad que se ve reforzado al tener una mujer dependiente. Las mujeres, a su vez, buscan una fuerte figura de proveedor, un “ganador del pan” cuyos deseos y actividades dominen la relación. Es por estas razones que el tipo de relación autosuficiente no es común.

Astrológicamente hablando, los arquetipos que se correlacionan con la autosuficiencia o autodependencia, son Tauro, la Casa Dos, y el lado interno de Venus. Hay que recordar que Venus tiene una regencia dual-Tauro y Libra. El lado Libra de Venus refleja las necesidades que son proyectadas en la pareja- co-dependencia. También refleja la capacidad de dar a y recibir de la pareja. El lado Tauro de Venus refleja la conciencia interior que existe en cada uno de nosotros de cuáles son nuestras necesidades, necesidades que deben satisfacerse a fin de vivir y de sobrevivir. También refleja nuestra relación interna con nosotros mismos. Así, todas las cartas natales tienen un signo en la Casa Dos, y el regente de esta Casa estará ubicad en alguna parte en la carta natal. Este regente planetario formará aspectos con otros planetas. El signo de Tauro también estará en alguna parte e la carta natal, y Venus estará en alguna Casa y Signo, haciendo sus propios aspectos. En combinación, estos símbolos se correlacionan con cómo un individuo puede aprender esta lección vital de la autosuficiencia. En una carta compuesta, la pareja tendrá un signo en la Casa Dos, y tendrá un regente planetario ubicado en alguna parte. Tauro estará en alguna parte, y Venus estará en alguna parte. En combinación, esta es la forma en que un pareja puede aprender a ser autosuficientes, juntos. Este punto será más desarrollado y examinado en el siguiente capítulo, titulado MÉTODOS Y PRINCIPIOS ASTROLÓGICOS PARA IDENTIFICAR NUESTRAS NECESIDADES ESENCIALES EN LAS RELACIONES.

Es interesante notar, con Plutón transitando Escorpio desde fines de 1983, que las palabras cliché en el aconsejamiento de parejas han sido “enmarañamiento”, el “niño herido” y “establecer límites”. Hay que recordar que el signo opuesto a Escorpio es Tauro, indicando que, en términos evolutivos, la intención de Plutón, en términos del Alma colectiva es destruir la excesiva dependencia de cualquier situación externa por motivos de seguridad. El apremio evolutivo de aprender autodependencia y autosuficiencia está a la mano. Por ello es que tantas parejas han simplemente volado en pedazos-relaciones que alguna vez fueron tan cercanas, tan amantes-y sin embargo, tan co-dependientes. Nuevos modelos de relaciones están en proceso de evolucionar. La evolución siempre se ve precedida, en diversos agrados de intensidad, por la involución. Involución dignifica deshacer o destruir algo que actualmente existe. Luego de este cambio involutivo sigue la evolución. Uno de estos nuevos modelos de relación será, en un sentido común, el tipo auto-suficiente que hemos discutido.

Llegamos ahora a las cuatro variaciones especiales que pueden existir dentro de los cinco tipos primarios de relación. De éstas, la más común es la que llamo Compañeros de Karma. Habiendo a este punto de libro, debiera estar bastante claro que son los compañeros de karma-dos personas que han tenido conexiones de vidas pasadas que no están terminadas o resueltas. Una conexión de vidas pasadas constituye una situación muy inclusiva y amplia que puede ser simple o compleja dependiendo de las dos personas en cuestión. De nuevo, el karma es la simple ley natural por la cual toda acción tiene una reacción proporcional. El karma incluye efectos que van desde lo 100% positivo a lo 100% negativo. En cartas de sinastría, puede existir karma entre dos personas consideradas como individuos distintos, y en las cartas compuestas, puede existir karma dentro en la relación como una unidad. En el ejemplo anterior, la pareja con Plutón en cuadratura con Venus en la carta compuesta puede haber excluido a otras personas de sus vidas completamente debido a su excesiva co-dependencia relativa a sus temores a la traición emocional de otras personas. Esta fue una decisión mutua (Plutón en cuadratura con Venus en la carta compuesta) que podría crear un karma mutuo en el cual, como unidad, experimenten el ser excluidos por otras personas en algún punto luego de haber tomado la decisión mutua de hacerlo ellos para sí.

La tendencia natural en todas las personas cuando sienten que otros han sacado partido de ellas, o han sido heridas a propósito, usadas o manipuladas, o experimentar e que otro cree estas situaciones para alguien a quien aman, es volverse vengativas. La necesidad de ajustar las cuentas con alguien, a crear un sentido de justicia en una situación de otro modo percibida como injusta. Esta tendencia natural en todos nosotros se correlaciona con Plutón, Escorpio y la Casa Ocho. Esta tendencia natural puede ser controlada dentro de nosotros por la conciencia, y puede ser controlada o modificada por patrones de condicionamiento de naturaleza cultural y/o religiosa. Ejemplos son el “Dios se hará cargo de esto”, o “deja que actúe el sistema de legal”, y así. Actuar el impulso de ajustar las cuentas con alguien, cualquiera sea la naturaleza específica de la situación, es un factor causal en condiciones kármicas específicas de naturaleza personal que puede existir entre dos personas. Este tipo de karma, enraizado en el deseo de ajustar cuentas, siempre será difícil o negativo.

Es muy importante comprender este punto, ya que, cuando actuamos este impulso de ajustar cuentas, de enderezar un entuerto, el karma creado, o que preexiste de otras vidas, será o podrá ser sostenido por un tiempo increíblemente largo-muchas, muchas vidas. Esto se debe a que no muchas personas tienen una conciencia evolucionada al punto de ser capaces de ver o comprender la razón o causal original de cualquier situación o condición actualmente existente. La actuación de la tendencia a ajustar cuentas puede perpetuar aquello de qué se trata la situación o condición kármica, porque la percepción de la realidad de la mayoría de las personas se limita a la vida que están viviendo actualmente.

Si una persona tiene la experiencia de la traición emocional de otra persona en la vida que está actualmente viviendo, la persona comúnmente querrá desquitarse con el traidor porque el traidor es percibido como la causa del dolor emocional. Por ejemplo, ¿Qué si quien es traicionado en esta vida ha traicionado al otro en otra vida? Y, en aquella otra vida, quien ahora traiciona sintió exactamente lo mismo que el que es traicionado en la vida actual-la necesidad de ajustar cuentas. Y así sigue y sigue, ciclo tras ciclo, un karma que se sostiene durante muchas vidas. Un ejemplo moderno que puede ilustrar este punto, de todos reconocible, es el ejemplo del abuso sexual o psicológico al interior de las familias durante generaciones, siendo perpetuado por causa y efecto de padre a hijo. Cuando el hijo abusado llega a ser un adulto, tendrá la tendencia a abusar de sus propios hijos. ¿En qué punto puede detenerse este ciclo kármico (de causa y efecto) entre los miembros de la familia? ¿Cómo puede detenerse? ¿Qué se necesita para que se detenga?

Para muchos de nosotros pude ser muy difícil no actuar el deseo plutoniano inherente de ajustar las cuentas, de crear una justicia relativa, de enderezar el entuerto. Obviamente se trata de una dinámica de la vida muy difícil y compleja de entender verdaderamente, y más aún de saber qué debe hacerse en una situación dada. Para aquellos que tienen una conciencia expandida capaz de “ver” más allá de la vida que está siendo vivida, que permite saber o percibir cuál es la causa original de una situación kármica, es posible “ver” qué es lo que debe hacerse. Excelente. Pero la mayoría de nosotros no tenemos esa expansión de conciencia. ¿Entonces qué? Quizás a respuesta más simple yace en el siguiente axioma: dos transgresiones no hacen un derecho. Por lo que en la ilustración usada de abuso que pasa de generación en generación entre los miembros de una familia, en algún punto alguno de los miembros de esta familia romperá la cadena del karma poniendo en acción este axioma. En muchos casos hacer esto requerirá un acto consciente de valor, y un tremendo acto de voluntad (Plutón) para resistir la tendencia natural de ajustar cuentas.

Sin embargo de lo anterior, el karma també puede ser positivo. Muchas personas el día de hoy que intentan comprender la complejidad del karma tienden a pensar que el karma es generalmente negativo. El karma positivo siempre resulta de la pureza del deseo de hacer aquello que inherentemente es lo correcto. Aquí la clave es la pureza del deseo. Por ejemplo, si deseo ayudar a alguien de algún modo, y sin embargo mi motivación (deseo) es hacerlo para obtener alguna recompensa para mí mismo, entonces el deseo no es puro-el deseo tiene un motivo ulterior. A la inversa, si el deseo de ayudar a otro está motivado por la intención de ayudar en sí misma, porque es inherentemente correcto hacerlo, la pureza del deseo habla por sí misma. Sí, existe lo correcto e incorrecto desde un punto de vista último. Pero este criterio inherente de lo correcto e incorrecto nada tiene que ver con las religiones. Existe simplemente por sí mismo, y es parte de cómo está creada naturalmente nuestra conciencia. En la conciencia tal como está naturalmente estructurada, el darse cuenta de lo que es correcto e incorrecto se refleja en la conciencia moral. Si hacemos algo que es inherentemente incorrecto, nuestra conciencia moral crea un sentimiento de culpa. Este tipo de culpa es instintiva y natural en la conciencia. No muchos estarán en desacuerdo, por ejemplo, con que s inherentemente incorrecto abusar sexualmente de un niño, traicionar emocionalmente a alguien, o engañar, mentir, herir a alguien a propósito. A la inversa, si hacemos algo que es inherentemente correcto, nuestra conciencia moral sabe que es así en un nivel instintivo.

De nuevo, en términos astrológicos, las situaciones kármicas difíciles entre dos personas generalmente existen cuando hay aspectos tensos en las cartas de sinastría y la carta compuesta. Situaciones kármicas favorables o positivas generalmente existen cuando hay aspectos no tensos o armoniosos entre los planetas. Como la mayoría de los astrólogos saben, la mayoría de las cartas de sinastría y compuestas tienen aspectos tensos y no tensos entre los planetas. Así, la mayoría de las relaciones que tenemos con las personas reflejan una combinación de condiciones kármicas positivas y difíciles (en diversos grados).

También puede confundirse el karma con la necesidad evolutiva. Para ilustrar este punto, vemos que un individuo puede haber estado en muchas vidas pasadas negando o evitando la realidad emocional-por ejemplo, tratando de abrazar una realidad trascendente reflejada en alguna enseñanza espiritual, y aislándose en algún tipo de entorno religioso o espiritual, como un monasterio. En algún punto en el desarrollo evolutivo de esta personase volverá necesario crear una vida o vidas en las que aquello que ha sido evitado o negado ya no pueda seguir siéndolo. En consecuencia, a través de la necesidad evolutiva, el Alma de este individuo creará una o más vidas de las que las dinámicas emocionales será la esencia misma. Y debido a la resistencia de vidas pasadas a hacer esto, la naturaleza de la vida en que se van a experimentar las dinámicas emocionales podrá ser muy difícil. Las circunstancias serán tales que fuercen a que se experimenten las emociones. El Alma podría crear una continuada cadena de eventos cargados emocionalmente que no ofrezcan ninguna forma de evitar las emociones. Estas circunstancias incluirían a personas cuyas acciones o cuyo comportamiento cree condiciones emocionalmente difíciles para el individuo-por ejemplo, el nacer en una familia en que la madre intente matar al individuo siendo niño. El punto que quiero recalcar es éste: es la necesidad evolutiva la que ha dictado esta situación. No existe ningún karma pre-existente que lo explique, ninguna dinámica específica de vidas pasadas que dé cuenta de esto. Sin embargo, la tentación para muchos que adhieren a los preceptos de la ley del karma será pensar que si el individuo está experimentando tan difíciles situaciones, entonces debe haber hecho lo mismo o algo similar a las personas que ahora le están haciendo esto.

En este punto puede ser útil recordar que todos nosotros, a nivel del Alma, simplemente creamos las condiciones necesarias para facilitar nuestro progreso evolutivo y trabajar los aspectos difíciles de nuestro karma, en forma personal y con otras personas. Todos somos responsables de nuestras propias acciones. Desde el punto de vista más amplio, un punto de vista último, no existen las víctimas.

El siguiente tipo especial son los infames Compañeros de Alma. Dentro de este tipo existe un subtipo-la misma Alma. En la última década o las últimas dos décadas, pareciera que mucha gente ha estado consumida por el deseo de encontrar su Compañero de Alma. Gran parte de esto ha sido estimulado por la aparición de muchos libros sobre el tema, incluso con guías e instrucciones sobre cómo atraer y asegurar una pareja así. Para aquellos que hacen aconsejamiento astrológico por un período de tiempo, probablemente han tenido la experiencia de repetida de uno y otro cliente que llega corriendo a través de la puerta, con otra carta en la mano, y con la pregunta exasperada: “¿es éste mi Compañero de Alma?”

Desafortunadamente, las bases conceptuales de qué es un Compañero de Alma han sido nubladas y confundidas horriblemente por una diversidad de opiniones de demasiadas fuentes. Dado esto, compartiré mi opinión sobre qué es un Compañero de Alma, recogida de las enseñanzas de muchas Almas realizadas en Dios como Jesús de Nazaret y otros. Es simplemente esto: Compañeros de Alma son dos personas que actuado independientemente sus deseos de abrazar una realidad trascedente o espiritual, y el propósito real de la unión entre uno y otro es continuar su desarrollo espiritual individual en virtud de y a través de la relación. En términos espirituales, esto es lo que se llama el camino del dueño de casa, en contraste con el camino monástico.

Esto no significa que estas dos personas sean perfectas. significa que ambos han abrazado principios trascendentes o espirituales que guíen sus vidas individuales y su relación. Hay una fundación espiritual (filosófica) común sobre la que se basa y se construye la relación. Como resultado, hay un punto de vista más amplio al que referirse y sujetarse. Esto así permite que exista un amor y apoyo incondicional entre los dos, en vez de amor condicional. El amor condicional es uno de de los principales terrenos de cultivo en que pueden crearse situaciones kármicas difíciles. El amor incondicional es uno de de los principales terrenos de cultivo en que se crean situaciones kármicas armoniosas o positivas. De este modo, los verdaderos Compañeros de Alma sólo tienen condiciones o situaciones kármicas positivas que son de apoyo y beneficio mutuo. El estado de los Compañeros de Alma, en términos evolutivos, es una condición que ha evolucionado de la más común de las relaciones-los Compañeros de Karma.

Un subtipo dentro de los Compañeros de Alma es el fenómeno de quienes son Una Misma Alma. Lo que esto significa es que, en ciertos estados de evolución avanzada, en el estado antes definido, un Alma puede manifestarse en más de un cuerpo/personalidad/ego a la vez. En esencia, a fin de acelerar su evolución a través de la progresiva eliminación de todos los deseos de separación, puede manifestarse en lo que parecen ser dos personas, que existen en el mismo tiempo y lugar, en el mismo tiempo en distinto lugares, o ambos. Estas diferentes personas pueden verse muy diferentes o iguales, vestirse de distinto modo o iguales, pueden tener experiencias de vida muy distintas o experiencias de vida que son remarcablemente similares con algunas variaciones claves, provenir de una misma o de diferentes culturas, ser del mismo sexo o del sexo opuesto, etc.

El sentimiento clásico o arquetípico en cada uno de los egos o personalidades que el Alma ha creado a fin de acelerar su evolución de este modo es un profundo y permeante sentido de no estar completos-de que hay un gran vacío interno. Incluso cuando todo lo demás en sus vidas es pleno, incluyendo una vida espiritual rica y experiencial, los distintos “individuos” que emanan de la misma Alma tienen el sentimiento interno de que algo les falta, que pena su sentido de self.

Arquetípicamente, la razón de este sentimiento es que, en algún punto, el Alma que se ha dividido de este modo debe volver a fusionar en sí misma todas los diferentes componentes de sí misma que tomaron la forma de personas distintas. Esto no es distinto que la Fuente Última de la Creación proyectando la totalidad de sí misma en lo que parecen ser las distintas y diferentes formas de la Creación manifestada. El acto de la Creación es un acto de expansión. Mediante la ley natural de la polaridad, a la expansión sigue la contracción; como el ritmo del latido del corazón. Y tal como la Fuente Última, Dios, llama de vuelta a sí mismo aquello que ha creado (lo que se refleja por ejemplo en el impulso trascendente en el ser humano), así también el Alma que se ha dividido por razones evolutivas llama de vuelta a sí misma los diferentes componentes que se han manifestado como distintas personas.

Estas diferentes personas que emanan de la misma Alma son reflejo de un complejo de deseos distintos. Cada persona creada por la misma Alma actúa estos deseos de forma acelerada. En otras palabras, en vez de que el Alma cree sólo una vida a la vez a fin de actuar la miríada de deseos de separación que existen en su interior, el Alma ha evolucionado a un punto en el cual puede crear vidas simultáneas a fin de acelerar la eliminación de los deseos de separación.

De nuevo, el Alma de estar bastante avanzada, en términos evolutivos. El Alma tiene que haber evolucionado al estado Espiritual, antes definido. Dado que este estado sólo comprende a un 5% de la población total del planeta, la situación en que el Alma se encuentra a sí misma en la forma de personas separadas, no es común. Y es común por otra razón. Generalmente, el complejo de los diversos deseos de separación que el Alma está actuando en forma acelerada, son relativamente compatibles. En consecuencia, el Alma es capaz de integrar las lecciones y realizaciones que los diversos deseos e intenciones evolutivas crean sin la necesidad de encontrarse a sí misma en diferentes personas. El estado espiritual de evolución lo permitiría. Sin embargo, en algunas Almas en este nivel de evolución, pueden existir ciertas condiciones que crean una situación en la cual el Alma se encontrará a sí misma en una forma que parece ser distintas personas. La intención de esta situación es la misma-que el Alma llame de vuelta los distintos componentes a fin de que se produzca una integración dentro de sí misma, que luego permita que se produzca una integración total con Dios.

Entonces, ¿qué condiciones llevan a una situación del Alma de tener que encontrarse a sí misma en la forma de las distintas personas que ha creado? La condición primaria es que el Alma haya tenido deseos de separación de naturaleza antitética-deseos que están en oposición a sí mismos. Un ejemplo podría ser un Alma que tenga deseos de naturaleza sexual que, de ser actuados, entrarían en conflicto con otros deseos de naturaleza puramente espiritual o trascendente. Por supuesto, el conflicto aparente sólo existe en razón de la enseñanza de que el espíritu y la carne son antagónicos. Así, el Alma que ha aceptado esta enseñanza tendría este conflicto, y los deseos de naturaleza puramente espiritual o trascendente juzgarían los deseos de naturaleza sexual como incorrectos o impuros. Sin embargo la evolución del Alma se basa en la eliminación de todos los deseos de separación, cualesquiera sean esos deseos, y aquello que se desea debe manifestarse en la realidad empírica a fin de ser actuado y eliminado.

La intensidad del conflicto interno en el Alma así crearía diferentes personas, cada una de las cuales encarnaría una serie de los deseos que se encuentran en conflicto consigo mismos en el Alma. De este modo, son actuados externamente en forma simultánea de manera acelerada. El propósito de las diferentes personas que se encontrarían en la vida real, de nuevo, es que el Alma fusione de vuelta en sí misma sus distintos componentes: deseos. Esto permite que se produzca una integración total del Alma. Para alcanzar este propósito, el Alma debe necesariamente confrontarse a sí misma en la forma de estas diferentes personas. Al confrontarse a sí misma de este modo, también es confrontada la causa original que creó la separación. En este ejemplo, la naturaleza antitética de los deseos debido a la enseñanza de que el espíritu y la carne son antagónicos. El propósito de la confrontación que el Alma está teniendo consigo misma es cambiar las bases del juicio que genera el conflicto original-en este caso, darse cuenta de que el espíritu y la carne no son antagónicos.

Se trata de una dinámica realmente interesante porque cuando estas diferentes personas se encuentran en la vida real, es como si el Alma se confrontara a sí misma a través de los diálogos que se producirían entre estas personas. Y debido a que estas personas emanan de una misma Alma que ha tenido un conflicto sobre la naturaleza de sus diferentes deseos, la naturaleza de estos diálogos será un tanto confrontacional. A la inversa, dado que estas diferentes personas sí emanan de una misma Alma, hay un sentimiento arrollador de reconocimiento recíproco cuando se encuentran. Y cuando estas personas en efecto se encuentran, porque el Alma intenta fusionar de vuelta en sí misma sus componentes-deseos que se manifiestan como diferentes personas-el proceso de reunión comienza.

Al comienzo de esta reunión, pueden manifestar una resistencia entre uno y otro. La razón de esto es: El ego en cada persona se ha definido a sí misma como un individuo aparte. Esto es un reflejo de los deseos de separación inherentes al Alma. Entonces, para el ego, el dejarse ir, para fusionarse de vuelta con el Alma que lo ha creado, es encender simultáneamente el miedo de la disolución personal. Así que al comienzo de esta dinámica se produce atracción y repulsión. Con el tiempo, tales temores ceden. Al hacerlo, las distintas personas que el Alma ha creado se acercan una a otra. Las últimas etapas de este proceso se manifestarán de tal modo que las distintas personas finalmente se comprometerán en una relación tipo matrimonio. Cuando esto ocurre, es una relación de tipo especial llamada Compañeros de Alma. Al culminar este proceso evolutivo, no existirá ya la manifestación de distintas personas. Se ha producido la fusión de los diferentes componentes, reflejo de deseos antitéticos en personas distintas. Así, el Alma está ahora plenamente integrada y lista para comenzar a fusionarse conscientemente de vuelta a su propia Fuente-Dios.

El siguiente tipo especial se llama Almas Gemelas. Las Almas Gemelas son simplemente almas que han sido creadas por Dios exactamente en el mismo punto en el tiempo, y que han estado evolucionando a través del tiempo y el espacio exactamente a la misma velocidad. Como resultado, las Almas Gemelas tiene vidas casi idénticas, actuando el tipo de deseos que son únicos para la naturaleza de las Almas. Así, vida tras vida. El tipo de vida que crean las Almas Gemelas son esencialmente idénticas. Las Almas Gemelas se ven parecidas, sean hombre o mujer, generalmente visten el mismo tipo de ropa, tienen el mismo tipo de sueños, temores, pensamientos, percepciones y se orientan psicológica y filosóficamente de la misma manera a la realidad fenomenal. Las Almas Gemelas no son el caso de una Misma Alma, que antes vimos. Son Almas distintas, sin embargo Almas que son esencialmente idénticas.

Las Almas Gemelas raramente se encuentran. La razón es que el propósito mismo de las relaciones es encontrar o experimenta la naturaleza de nuestras limitaciones personales. Al experimentar y confrontar nuestras limitaciones en la interacción con otra persona, se produce una metamorfosis de estas limitaciones. En consecuencia, evolucionamos. Dado que las Almas Gemelas son esencialmente idénticas, no hay necesidad ni propósito evolutivo para que estas Almas se encuentren, o estén en relación entre ellas. En todos los años que he estado haciendo aconsejamiento con la astrología, en los que he atendido a más de 15.000 personas, tengo quince casos documentados de Almas gemelas que sí se encontraron. De esos quince casos, sólo un par de estas Almas trataron de vivir juntas. Después de un corto período de tiempo, luego de acabarse la fascinación inicial, esta pareja se separó porque no había ninguna razón real para estar juntos. ¡Se aburrieron de siempre mirarse al espejo, por así decirlo!

De los casos documentados que he estudiado, aparece el hecho astrológico de que estas personas ¡tenían prácticamente la mismas cartas natales! En los quince casos, el lugar de nacimiento era el mismo, y la hora de nacimiento tenía una diferencia de sólo unos minutos.

La última variación especial es la de Almas en diferentes estados evolutivos. Es muy común para dos personas que están en una relación el que no estén precisamente en el mismo estado evolutivo. La mayor parte del tiempo, la diferencia en la condición evolutiva entre las dos personas que están en una relación íntima no es muy grande, y los desafíos y problemas resultantes son mínimos. Básicamente, el que está más adelante evolutivamente puede sentir que va tirando a la otra persona hacia delante todo el tiempo. Sin embargo, la otra persona generalmente equilibrara la relación de otros modos.

Pero en algunos casos la diferencia puede ser mayor. Esto será un gran problema cuando esta situación se vincula también con los tipos primarios de relación consejero/aconsejado o estudiante/maestro. Cuando existe esta condición, el que es más avanzado evolutivamente se sentirá un tanto insatisfecho por el obvio desequilibrio de los roles en la relación-sin embargo la responsabilidad por este desequilibrio recae en el individuo que está más avanzado, evolutivamente, debido a las dinámicas o razones para estar en este tipo de relación, analizadas al hablar de ellos.